El herpes labial es una afección muy común. No supone un gran problema, más allá de las molestias habituales causadas por las dolorosas ampollas que lo caracterizan. Es una enfermedad causada por un virus y muy contagiosa, por lo que hay que adoptar medidas de higiene estrictas. En este artículo os contamos todo lo que necesitáis saber sobre el herpes labial, su tratamiento y las implicaciones para la salud oral.

¿Qué es un herpes labial?

Un herpes labial suele manifestarse con pequeñas ampollas llenas de líquido en el lugar donde el labio se une a la piel circundante. Por lo general, las ampollas son dolorosas y se secan gradualmente hasta formar una costra amarilla que se cura en unos días. También puede aparecer en otras áreas, como las fosas nasales, la nariz o alrededor de la parte exterior de la boca. Comúnmente, un brote de herpes labial se cura totalmente entre 2 o 4 semanas, pero durante todo ese tiempo es contagioso. Si las llagas no desaparecen por sí solas o se sufren ataques muy frecuentes de herpes labial, el médico puede recetar medicamentos específicos.

¿Por qué aparece el herpes labial?

El virus del herpes labial presenta una primera fase de infección oral primaria que suele darse en la niñez o en la edad adulta temprana. Aunque esta primera fase suele ser asintomática, algunos niños presentan inflamación y ulceración de la boca y las encías. Además, la piel alrededor de la boca puede verse afectada y haber inflamación de los ganglios linfáticos, fiebre alta y pérdida de apetito. Después de la infección oral primaria, el virus permanece latente, activándose periódicamente como el conocido herpes labial. Los desencadenantes de la reactivación son bien conocidos e incluyen la luz del sol, los traumas, el cansancio, el estrés y la menstruación.

¿Es infeccioso el herpes labial?

Sí, el herpes labial es infeccioso y puede ser transmitido a otras personas por medio de un contacto cercano como un beso. Su fase más activa es cuando tiene ampollas. Es importante tratar de evitar tocar, apretar, pellizcar o pinchar el herpes labial, ya que esto puede propagar la infección. Así como evitar compartir utensilios tipo cubiertos, toallas, etc con las personas afectadas.

¿Puede tratarse?

Aunque no existe una cura para el herpes labial, ciertos medicamentos pueden ayudar a que sane más rápido y a reducir su frecuencia. Los remedios más habituales son cremas específicas para su tratamiento, pero en los casos más fuertes se pueden tomar antivirales.

¿Qué causa el herpes labial?

El virus del herpes labial es causado por el virus del herpes simple. Se propaga a través de formas de contacto como besar o compartir utensilios con una persona infectada. Una vez que hemos estado expuestos al virus, este permanece latente en el cuerpo hasta su reactivación. La periodicidad con que se produzca la reactivación dependerá un poco de cada caso. Lo más importante es reconocer los factores desencadenantes y tratar de evitarlos. Por ejemplo, muchas personas sufren un ataque cuando se exponen a la luz del sol. Esto ocurre porque la luz ultravioleta de los rayos solares ayuda a reactivar el virus. De ahí que no sea mala idea en esos casos utilizar un protector labial. Otras causas de la reactivación del virus pueden ser determinados alimentos, alergias, estrés, fatiga o un sistema inmunológico debilitado.

Síntomas del herpes labial

Por lo general, el herpes labia se anuncia con una sensación de ardor u hormigueo alrededor de los labios, los días previos a la aparición de la ampolla. Las personas que sufren un primer brote de herpes labial también pueden experimentar dolor de garganta, de cabeza, muscular y fiebre.

¿Pueden ser peligrosos los herpes labiales?

La mayoría de portadores del virus del herpes labial tan solo sufren las incómodas ampollas. Sin embargo, la cosa cambia si el sistema inmunológico está debilitado. Entonces el herpes puede extenderse a las puntas de los dedos, los ojos, la piel y órganos como el cerebro o la médula espinal. Es especialmente peligroso en personas afectadas por enfermedades inmunodepresivas como el SIDA o bien en aquellas que toman medicamentos antirrechazo por transplante. También hay que extremar precauciones en pacientes que siguen tratamientos de quimioterapia o que han sufrido quemaduras muy graves.

¿Puedo prevenir el herpes labial?

Si notamos el hormigueo previo, una sensación de ardor o vemos enrojecimiento o hinchazón alrededor de los labios, podemos poner manos a la obra. Se trata de detener el virus con una serie de tratamientos que frenen su acción. Para ello podemos aplicar las cremas habituales para estos fines, poner compresas frías para acelerar su cura o utilizar analgésicos para que las aftas no duelan. También es recomendable lavarse bien las manos con agua caliente después de tocar el herpes. De este modo se previenen infecciones secundarias y la propagación del virus a otras partes del cuerpo y otras personas.

Herpes labial y visita al dentista

Si tenemos un herpes labial y teníamos una cita prevista con el dentista, lo mejor es llamar y preguntar si nos pueden atender. Muchos dentistas prefieren no tratar a los pacientes en estos casos, porque la zona suele estar sensible y puede agrietarse y sangrar durante el tratamiento. Además, aunque un herpes labial pueda parecer una cosa de poca importancia, puede plantear otros problemas durante la revisión dental. El virus que se encuentra activo en la ampolla puede transmitirse al equipo médico o a los objetos de la clínica. Esto puede ocurrir por muchas razones; bien porque el paciente toque algo, el guante del dentista se perfore, etc.

¿Cuándo tengo que ir al dentista si tengo herpes labial?

Por lo general, un herpes labial suele tardar de 7 a 10 días. Lo más aconsejable es esperar a que se nos pase por completo. Si esto no es posible, lo mejor es acudir cuando ya se han formado las costras, porque en ese momento la exposición viral ya no es un riesgo. Si intuimos que estamos a punto de tener un brote, porque notamos el habitual hormigueo y escozor, podemos planificar la visita con suficiente antelación. Pero si estamos en la fase aguda, con las ampollas, lo mejor es pedir un cambio de fecha para la cita.

Como habréis visto por el artículo, el herpes labial es una molestia incómoda para la mayoría de las personas. Aunque, tomando una serie de precauciones y teniendo un poco de cuidado, el herpes labial no será más que una molestia menor. Lo mejor es dejarse aconsejar por nuestro médico. Sobre todo si vemos que no se cura en pocos días o tenemos ataques muy recurrentes. También habremos de vigilar con especial atención si tenemos un sistema inmunológico debilitado, porque entonces puede resultar peligroso. El herpes labial se contagia, y se deben adoptar medidas de higiene estrictas cuando una persona está infectada. Debemos, pues, avisar a nuestro dentista si tenemos cita programada y nos encontramos en pleno brote, porque puede acarrear complicaciones en la revisión.

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