En este artículo os queremos hablar de la importancia de la dieta, el azúcar y las caries. Seguro que habéis escuchado muchas veces que comer dulces daña los dientes. Pues bien, hoy desvelaremos si esto es cierto o simplemente es algo exagerado.  De hecho, existen diversos estudios científicos sobre este tema y casi todos son concluyentes.

 

¿Qué son las caries?

 

Las caries son pequeñas cavidades en los dientes que se producen por la desmineralización del esmalte. Se forman cuando ciertas bacterias de la boca digieren los restos de carbohidratos depositados en los dientes tras comer. Para realizar su función, las bacterias producen un ácido que se combina con la saliva, produciendo la tan temida placa.  Es esta la que realmente conduce a la destrucción del diente. Comienza a formarse después de comer y desgasta el esmalte en un proceso de desmineralización. Entonces aparecen pequeños agujeritos en la superficie del diente, el primer estadio de una caries. Si no se pone remedio, el ácido acaba por penetrar las capas más profundas del diente, hasta su total destrucción.

 

Las caries son resultado de varios factores.

 

Para que se produzcan las caries deben concurrir diferentes factores. Entre los más importantes que podemos citar se encuentran los tipos de alimentos que tomamos y la higiene oral.

 

¿Por qué el azúcar daña los dientes?

Es cierto que una dieta rica en azúcar favorece la aparición de caries, pero esta no es en sí la responsable. En realidad, son los ácidos producidos por las bacterias a partir de los carbohidratos del azúcar.

El proceso de remineralización

Nuestro cuerpo, que es muy sabio, siempre trata de curarse a sí mismo. En el caso de los dientes, La saliva contribuye a “sanarlos”. Los minerales presentes en ella, como el calcio y el fósfato,  ayudan a que se repare el esmalte. Este proceso se conoce como remineralización. En él también contribuyen el flúor de la pasta de dientes y el agua. Gracias a la remineralización, los dientes recobran parte de la fortaleza en su lucha con los ácidos de las bacterias.

¿Entonces, por qué aparecen las caries?

El problema real surge cuando los ataques del ácido al esmalte se repiten con mucha frecuencia. Un ciclo continuado de ataques ácidos acaba por desgastar el esmalte. En ese momento, la puerta está abierta para la aparición de las caries.

Dieta, azúcar y caries: los hábitos alimenticios

Picar cosas dulces

Antes de picar algo dulce entre horas, pensadlo bien. El consumo frecuente de dulces aumenta la exposición de los dientes al efecto negativo de los ácidos causantes de caries. Sabemos que es toda un tentación, porque tomar un poquito de dulce da mucha energía. Pero os recomendamos sopesarlo dos veces, sobre todo si ya forma parte de vuestros hábitos alimenticios. Todo lo que son caramelos duros, piruletas o similares está demostrado que, a la larga, son fuente de problemas para nuestros dientes. Al permanecer por mucho tiempo en nuestra boca, favorecen la formación de los ácidos que atacan el esmalte. Esto hace aumentar los períodos de desmineralización y decrecer los períodos de mineralización.

El caso de las bebidas azucaradas y ácidas

No se puede negar que las bebidas azucaradas son unas de las más populares a la hora de tomarnos algo. Últimamente hay que añadir a este tipo de bebidas las energizantes y los zumos, tan habituales entre deportistas.  Pues bien, todas estas bebidas suelen contener altos niveles de azúcar y ácidos que pueden dañar el esmalte. Diversas investigaciones señalan que consumir bebidas azucaradas y / o ácidas triplica el riesgo de caries.

Otros alimentos que también causan caries

Aparte de los alimentos y bebidas dulces hay otros alimentos que producen efectos similares. Es el caso de alimentos procesados con grandes dosis de almidón, como las patatas fritas, los doritos o las galletas saladas. Incluso los restos dejados por alimentos “saludables” como los cereales enteros, determinados vegetales y frutas estarían en la lista. No solo el azúcar puede obligarnos a sentarnos en el sillón del dentista. Aunque eso no quiere decir que podamos cambiar manzanas por pasteles. Una dieta saludable siempre es buena y conlleva beneficios.

Consejos para luchar contra la caries

Existen varios factores que pueden ralentizar o acelerar la formación de las caries. Estos incluyen el tipo de saliva, los hábitos de comida, la exposición al fluor, la higiene bucal y, en especial, la dieta.

Vigilar lo que se toma o come

Si tomáis este tipo de alimentos o bebidas, es mejor hacerlo con las comidas. El ácido creado por las bacterias de la cavidad bucal permanece durante treinta minutos después de comer o beber. Si tomamos otro sorbo o comemos de nuevo, se reinicia el circuito de producción de placa y aumenta el riesgo de caries.  En el caso de las bebidas carbonatadas y azucaradas existe además otro problema añadido. Suelen contener ácido fosfórico y ácido cítrico, perjudiciales para el esmalte de los dientes. De hecho, tomar alimentos muy ácidos, incluso saludables, como los cítricos, pueden causar daño al esmalte. Sobre todo si la higiene  oral no se hace con diligencia.

Reducir la ingesta de azúcar

Tratad de evitar, en la medida de lo posible, alimentos dulces tipo caramelos y similares. Si de vez en cuando no podéis evitar tomar algo dulce, procurad beber agua inmediatamente después. El agua servirá para diluir los restos de azúcar que se hayan quedado pegado a los dientes. Si lo hacéis con agua del grifo, además aportaréis flúor. Con las bebidas azucaradas, más de lo mismo. Consumo moderado, no dejéis el líquido mucho tiempo en la boca y evitad dar pequeños sorbos que alarguen la exposición.

Y como os decíamos antes, una pajita os servirá para tener menos contacto con el líquido. Probad a beber agua. ¡No contiene ácido, azúcar ni calorías!

¿Hay alguna forma de evitar lo inevitable?

Si no podéis evitar consumir bebidas azucaradas, lo mejor es que, por lo menos, lo hagáis de manera más saludable. Tomar una bebida azucarada o energética  de una vez es mejor que estar mucho tiempo tomando pequeños sorbos. Es muy común que, a lo largo de una conversación de café,  por ejemplo, nos deleitemos con pequeños sorbos. De esta manera, retenemos el líquido en la boca durante más tiempo. Esto hace que aumentemos el nivel de exposición de nuestros dientes a los ataques de los ácidos de las bacterias. Un pequeño truco es absorber el líquido por medio de una pajita. Eso reducirá bastante vuestro nivel de exposición.

La regla de oro en lo que respecta al azúcar, la dieta y las caries: una buena higiene oral

Cepillarse los dientes dos veces por día es una de las mejores manera de evitar las caries y el deterioro de los dientes. Se recomienda el cepillado después de cada comida y antes de irse a la cama. Podéis mejorar vuestra higiene si añadís pastas fluoradas, que ayudarán a prevenir. También podéis estimular la producción de saliva para favorecer el proceso de remineralización. Una forma muy sencilla es masticar chicle sin azúcar (por supuesto). De ese modo se ayuda a prevenir la formación de placa.

Esperamos que se hayan disipado algunas de vuestras dudas con respecto a la combinación: azúcar, dieta y caries. Como habréis comprobado, el azúcar es fuente de problemas en los dientes. Sobre todo si se toma y no se tiene una escrupulosa higiene oral. Aún así, es posible mitigar su impacto con una reducción de su ingesta y la adopción de hábitos de higiene oral saludables. Aunque nada asegura mejor la salud de vuestros dientes y encías que una visita al dentista cada seis meses.

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