Seguro que a la hora de comprar un cepillo de dientes habréis visto que existen muchos tipos diferentes. Por eso, en Clínica Fañabé Plaza, hoy os queremos dar algunas informaciones sobre las distintas opciones que encontraréis en el mercado. Así tendréis una visión más de conjunto y podréis elegir el cepillo que consideréis que se adapta mejor a vuestros gustos y necesidades.

Cepillos manuales

Por increíble que parezca, la historia de los cepillos de dientes viene desde la antigüedad. Ya los griegos usaban una especie de cepillos hechos de palos de madera, aunque los verdaderos inventores fueron los chinos. Sin embargo, la comodidad de los cepillos manuales  no se consiguió hasta el siglo XX, cuando el nylon sustituyó a las cerdas de origen animal. Hoy en día existe una gran variedad de cepillos manuales para elegir, aunque todos ellos no dejan de ser variantes de la idea original.

Tipos de cepillos manuales

Los cepillos manuales consisten, por lo general, en un mango de plástico en cuyo extremo (cabeza) se colocan varias tiras de cerdas de naylon. Dependiendo del grado de dureza de las cerdas, podemos clasificarlos a su vez en tres tipos:

Suave:  La delicadeza de las cerdas de nylon produce las menor fricción posible. Se recomienda para personas con encías sensibles o aquellas que hayan sufrido alguna cirugía bucal. Son los más recomendados por los dentistas. Su acción es suficiente para remover la placa de los dientes sin dañar el esmalte o las encías. Si tenéis tendencia al cepillado enérgico o agresivo, este tipo de cepillo sería el mejor para vosotros.

Medio: Es adecuado para personas que, aun teniendo una buena salud oral, son sensibles a los cepillos más duros.

Duro: Recomendado solo para personas con buena salud bucodental. Aun así, no se aconseja realizar cepillados muy agresivos. Como os comentábamos más arriba, esto puede desembocar en daños al esmalte y las encías.

Cepillos manuales especiales

Son los que se recomiendan en casos concretos. Por ejemplo, para los niños se recomiendan cepillos con una cabeza más pequeña y cerdas más suaves. Igualmente, los cepillos ultrasuaves son los más indicados después de una cirugía. También existen cepillos con la hilera central de cerdas más corta, específicos para  la higiene de los brackets de la ortodoncia. En su caso, los cepillos de periodoncia disponen de dos tiras de cerdas suficientemente distanciadas entre sí, útiles para acceder a los espacios interdentales.  Finalmente, los cepillos interproximales poseen una forma afilada que les permite  limpiar a conciencia el espacio interproximal entre los dientes.

¿Hay que fijarse en la cabeza de un cepillo de dientes a la hora de la compra?

El tamaño de la cabeza del cepillo, donde se insertan las cerdas, puede ser un factor a valorar a la hora de la compra. Podría parecer que los cabezales grandes puedan mejorar el cepillado, pero a veces no es así. En ocasiones, los cabezales pequeños suelen llegar mejor a los sitios más comprometidos de la cavidad bucal. Generalmente, porque permiten una mejor maniobrabilidad y el acceso a la zona posterior de los molares.

¿Hemos de tener en cuenta la forma de la cabeza de un cepillo de dientes?

En el mercado existe una gran variedad de cepillos, sobre todo si tenemos en cuenta la distribución de las cerdas.  Desde este punto de vista existen cepillos con cabezales planos, en cúpula, en ángulo u ondulados. En cuanto a la forma y la longitud de la cabeza, habremos de elegir lo que más nos convenga. No es algo que tenga una relación directa con la eficacia en el cepillado.

¿Tiene importancia el mango de un cepillo de dientes?

Muchas veces a la hora de adquirir un cepillo de dientes, contemplamos con asombro la gran variedad de colores y formas de los mangos. Esto nos lleva a preguntarnos si estos tienen alguna importancia a la hora del cepillado. Pues… en principio, no. Más allá de una simple cuestión de comodidad personal, tienen que ver más con cuestiones estéticas. Algunas personas prefieren mangos más finos, mientras que otras los prefieren más gruesos porque les facilitan el agarre. Lo importante es conocer nuestras preferencias y optar por cepillos que nos resulten cómodos.

Características especiales de los mangos

Sí es cierto que determinadas características de algunos de los mangos pueden facilitar la higiene bucal. Por ejemplo, áreas de agarre que impiden el deslizamiento o cuellos más flexibles. Ninguna de ellas es necesaria, pero pueden mejorar el proceso de la limpieza. Lo que realmente hay que valorar a la hora de la compra es que tengan unas cerdas duraderas, que limpien la placa sin dañar los dientes o las encías.

Cepillos eléctricos

Su historia se remonta a principios del XX, pero su andadura moderna comienza en los años 50. Los hay de diferentes tipos, pero todos sustituyen el cepillado manual por la acción mecánica de la oscilación, rotación o vibración de las cerdas. Los que más abundan en el mercado son los cepillos de cabezal giratorio. Su cepillado es muy efectivo porque no depende de la técnica del usuario, por lo que se considera superior al cepillado manual. Por ello, son especialmente adecuados para personas con habilidades motoras limitadas, pacientes con ortodoncia y niños. Estos últimos, además, suelen preferir la sensación del cepillo de dientes eléctrico, lo que favorece la creación de una sana rutina de higiene dental.

Cepillos eléctricos sónicos y ultrasónicos

Los cepillos de dientes sónicos y ultrasónicos son conocidos por sus grandes y planos cabezales de movimiento oscilante. Ambos utilizan el poder de las vibraciones para romper la cadena de bacterias que forman la placa dental, posteriormente eliminada por el barrido del cabezal. La diferencia principal estriba en que los sónicos utilizan vibraciones audibles y los ultrasónicos se sirven de ultrasonidos. Esto últimos son especialmente recomendables para casos de gingivitis, ya que su acción llega hasta 5 milímetros por debajo de la encía.

Un consejo final sobre los cepillos de dientes

Es aconsejable cambiar nuestro cepillo manual cada tres meses. Incluso puede hacerse antes si vemos que las cerdas dan muestras de desgaste excesivo o se deshilachan. En el caso del cepillo eléctrico, optaremos por el recambio de cabezal. También se recomienda deshacerse del cepillo o cabezal tras pasar una gripe o resfriado. Si no lo hacemos así, las bacterias se pueden contagiar por contacto con los cepillos de otros miembros de la familia.

Esperamos que estas informaciones acerca de los tipos de cepillos de dientes os hayan servido para aclararos un poco sobre todas las posibilidades que existen. Como veis los hay manuales y eléctricos. Cualquiera de ellos ofrece una buena higiene, aunque los manuales requieren un poco de técnica. Tras ver las diferencias entre todos ellos, ahora os toca a vosotros decidir cuál os gusta más y se adapta mejor a vuestras necesidades.

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