IMPORTANCIA DEL CUIDADO DE LOS DIENTES DE LECHE EN LA PREVENCIÓN DE FUTUROS PROBLEMAS DENTALES

La importancia del cuidado de los dientes de leche en la prevención de futuros problemas dentales es vital. No obstante, muchas veces no se les presta la debida atención. Pareciera que, por su estatus temporal, no hiciera falta cuidar de ellos. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Unos dientes de leche sanos aumentan las posibilidades de una buena salud dental en la edad adulta.

EL PROCESO DE DENTICIÓN EN LOS BEBÉS

Por lo general, el primer diente hace su aparición entre los tres y los siete meses de vida del bebé. Los veinte dientes de leche suelen estar ya en su lugar alrededor de los tres años. Por supuesto, siempre teniendo en cuenta que cada bebé tiene su propia “historia dental”. El proceso de dentición suele causar dolor, molestias y excesiva salivación. Para aliviar al bebé, podemos darle a morder un “anillo de dentición”. Si no disponemos de él, podemos sustituirlo por un paño húmedo. También es habitual masajear las encías del bebé con el dedo limpio. Lo que no es recomendable es darle galletas de dentición o similares. Suelen contener almidón y azúcar que contribuyen a crear caries.

POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE EL CUIDADO DE LOS DIENTES DE LECHE

Muchos padres no entienden cuán importante es cuidar de los dientes de los bebés para su futura salud dental. Al fin y al cabo, todos los dientes de leche acabarán tarde o temprano en manos del “Ratoncito Pérez”. Sin embargo, las caries en los dientes de leche pueden dañar las encías y los futuros dientes definitivos. Además, ninguno de nosotros quiere ver sufrir a los niños y las caries a menudo provocan dolores de muelas e infecciones en los dientes. Por si esto fuera poco, las infecciones pueden propagarse a las encías y a la mandíbula, causando aun más problemas así como la infección en menores se extiende con mayor rapidez que en adultos. Una simple caries en un diente de leche puede derivar en tratamientos caros y dolorosos a largo plazo. Por eso, cuidar de la salud de los dientes de leche es tan importante.

LOS DIENTES DE LECHE COMO “BRACKETS” NATURALES

Los dientes de leche tienen otra importante misión en nuestra salud dental. Pueden considerarse como una especie de “brackets” naturales. Su función es preparar la cavidad bucal para que salgan los dientes definitivos. Si no se cuidan apropiadamente, los dientes de leche no podrán llevar a cabo esta importante labor. Al caerse un diente de leche por caries o deterioro, los dientes adyacentes tenderán a ocupar su espacio. Esto dificultará el nacimiento adecuado de los dientes definitivos, redundando en dentaduras con dientes apiñados o mal alineados. El cuidado de los dientes de leche ayudará a que los dientes de reemplazo nazcan en buena posición. Si velamos por la salud de los dientes de leche, estaremos garantizando la sonrisa de nuestro bebé de por vida.

PREVINIENDO POSIBLES PROBLEMAS EN LOS DIENTES DE LECHE

Antes de salir los dientes del bebé, ya se puede pasar un paño limpio y húmedo sobre sus encías para eliminar bacterias dañinas. En cuanto el primer diente asome a través de las encías, es el momento de ponerse manos a la obra. Es poco probable que el bebé esté comiendo alimentos sólidos azucarados en esta etapa. Pero, la lactosa de la leche materna o de la leche de fórmula puede provocar caries. De ahí que numerosos dentistas recomienden pasar un paño sobre los dientes del bebé. Así se eliminarán los azúcares acumulados tras la comida. Una vez que el bebé ya tenga los dientes, podemos cepillarlos con un cepillo de dientes infantil. Utilizaremos un poquito de agua y apenas un “granito de arroz” de pasta (así minimizaremos la ingesta). Una vez que los dientes hayan crecido y se toquen entre sí, podremos complementar el cepillado usando seda dental.

ESTABLECIENDO UNOS HÁBITOS SALUDABLES DE HIGIENE ORAL EN LOS NIÑOS

Enseñar a los niños a cuidar de sus dientes es buenísimo. Aprender unos hábitos de higiene oral les ayudará a mantener sus dientes sanos de cara al futuro. Por eso, lograr que la salud oral forme parte de la rutina diaria es crucial. Además, mientras menos problemas orales tengan los niños, menos tendrán que salir de la escuela para ir al dentista.

Es importante recordar que los dientes de los bebes no son tan resistentes como los de los adultos, porque el esmalte es mucho más fino. Eso hace que sus dientes sean mucho más vulnerables a las caries y al deterioro. Así que habrá que tener más cuidado de lo normal. Será necesario explicarles que lo mínimo son dos cepillados al día, con pasta e hilo dental si es posible. Preferiblemente, la pasta habrá de ser fluorada. El flúor endurece el esmalte, haciendo más difícil la acción de los ácidos. Si hubiese déficit de flúor, podrá suministrarse algún suplemento. Aunque siempre bajo la supervisión del dentista, ya que un exceso de flúor puede decolorar los dientes.

Cuando el niño tenga, más o menos, dos años, habremos de enseñarle a escupir mientras se cepilla. De este modo evitaremos que utilice agua para enjuagarse y que se trague la pasta de dientes. Los niños de 3 años en adelante deben usar una cantidad de pasta que no sea más grande que un guisante. Es aconsejable supervisar a los niños menores de 8 años durante el cepillado. De este modo nos aseguraremos de que lo hagan bien y no se traguen la pasta. La alta incidencia de caries se presenta entre 3 y 18 años porque los nuevos dientes, son más susceptibles al ataque de microorganismos, azúcares y ácidos.

Es un buena idea hacer una primera visita introductoria al dentista. Así se irán familiarizando con el entorno de la clínica dental. Queremos que los niños contemplen la visita al dentista de una manera positiva. Por esa razón, es aconsejable que sus primeros recuerdos sean gratificantes y educativos, no limpiezas y revisiones llenas de lágrimas y miedo. Es vital que vean el consultorio del dentista como un lugar divertido y acogedor. De esta modo, acudirán sin problemas a las revisiones y podremos cuidar mucho mejor de sus dientes de leche.

CÓMO ABORDAR EL TEMA DE LA HIGIENE Y EL CUIDADO BUCAL CON LOS NIÑOS

Una vez que los niños ya tienen una edad razonable, es aconsejable que comiencen a cuidar por sí mismo de sus dientes. Uno de los mayores desafíos es que incorporen el cepillado en sus hábitos de higiene diarios. Una forma de hacerlo es despertar su curiosidad cepillándose los dientes con ellos. Como suelen hacer “lo que hacen los mayores”, puede que os sorprendan con sus cepillos en ristre antes que vosotros mismos.
También se puede introducir el tema de la higiene oral en las conversaciones diarias y explicar por qué es tan beneficioso cuidar de los dientes. La idea es que se vayan dando cuenta poco a poco de que la cuestión es importante. Con paciencia y respetando los tiempos, podemos ir añadiendo temas como el hilo dental, el flúor, etc.

Como ocurre con toda labor pedagógica, educar a los niños sobre el cuidado de los dientes es tarea ardua. Siempre habrá momentos más fáciles que otros, lo que puede inducirnos al desánimo. Pero es necesario que tengamos en cuenta que estamos invirtiendo en su futuro. Educándolos acerca de su higiene dental estaremos contribuyendo a proteger su salud, y eso es lo primordial.

Pocas cosas hay tan maravillosas como la sonrisa de un bebé. No obstante, el carácter temporal de los dientes de leche hace que muchas veces no les prestemos la atención necesaria. Sin embargo, la importancia del cuidado de los dientes de leche en la prevención de futuros problemas dentales es crucial. Evitando las caries y el deterioro de los dientes de leche podremos prevenir dientes mal alineados o dentaduras apiñadas. Como habréis visto unas precauciones básicas y unos hábitos de higiene saludables harán maravillas con la sonrisa de nuestros niños. Si nos aplicamos bien, el esfuerzo invertido tendrá enormes recompensas en la salud dental futura de nuestros niños.